miércoles, 13 de octubre de 2010

Bueno eh aquí otro post, y aprovechando que viene Noviembre, haremos post que tengan que ver con la muerte, el terror y el suspenso, preparándonos para honrar a nuestros seres queridos que no están con nosotros, este dos de Noviembre. el siguiente relato, fue en cooperación con mi gran amigo  "Menchaca"
Gracias sr por la ayuda


-Muy buena historia Jalil- dijo Luis mientras admiraba la luna y la noche en
 que decidieron juntarse aquellos cuatro viejos amigos.

Es una noche hermosa pensó Luis, la luna en su máximo esplendor teñida por un ligero color carmesí
el viento soplando ligeramente,

-Bien Darius, es tu turno, cuéntanos una historia-
-Claro  Dimitri, es mi turno, y  les contaré una breve pero interesante historia de mi juventud-

-Todo comenzo hace ya mucho tiempo, aproximadamente diez años , tres años después de terminar mi carrera en medicina,  no se si recuerden, estuve en  Oaxaca, en el pueblo de Ayotzintepec, aquel misterioso y mágico pueblo, donde se respira aquel aire puro y aquella tranquilidad que ya no existe en las ciudades.

Una vez instalado en este pueblo, estuve junto con el doctor Farid encargándome de atender en su consultorio privado.

Un día, en el consultorio se presentó una señora algo extraña era alta, delgada, con la cara seria y decidida,
lo mas extraño es que me veia con un deje de melancolía. Nunca antes la había visto, fue extraño ya que el pueblo era pequeño y casi todo el mundo acudía al consultorio en fin no le tome importancia,me preguntó si podía hacer una visita a domicilio a su hija, la cual estaba muy  enferma. Yo le dije que no podía, que el doctor   no se encontraba y que no podía dejar solo el consultorio, después  no habría quien atendiera a la gente, aunque ciertamente ese era un día malo para mi profesión, no habíamos tenido ni una sola consulta en toda la tarde, y ante la insistencia de la señora, accedí a acompañarla.

Anduvimos unas seis calles por el barrio más humilde y antiguo del pueblo, antes de llegar a su casa pasando por aquellas viejas casas que si bien son hermosas, también dejan aquella sensacion de tristeza y melancolía en la sangre.

Llegamos a la casa, una casona enorme, adornada por dos columnas en el porche y unas gárgolas en el techo
y un jardín que celoso guardaba en su interior un bello sauce llorón junto a un pequeño estanque artificial.

Entramos a la casa, la señora me llevó hasta la habitación en que se encontraba su hija, entré y cerré la puerta, se respiraba un ambiente de dulce olor a rosas, por dentro el cuarto  adornado con unas cortinas rojizas que solo dejaban entrar unos cuantos rayos de luz, los suficientes para observar a detalle cada una de las cosas que se encontraban adornando la habitación, revestida con una alfombra extraña y discordante pero que a la par hacia juego con cada elemento del cuarto, y con muebles viejos, fabricados en madera de roble ennegrecidos por el pasar de los años.

Me acerqué hacia aquella muchacha y cuando la vi pensé, era una mujer hermosa le tomé sus signos vitales,
parecía estar todo bien aunque a pesar de ello la joven se veía algo enferma, tenia la piel fría, los ojos cansados y una palidez fuera de lo normal, no hablaba y solo me observaba con aquella hermosa mirada que
penetraba los rincones mas oscuros de mi alma.

Al salir de la habitación  le di los pormenores de salud a su madre, y también le dije que apesar de parecer estar sana, me gustaría seguir viéndola para hacer una mejor valoración. La señora accedió y me dijo que me esperaría a la misma hora todos los días.

Una vez que regresé al consultorio, le comenté lo acontecido a el doctor Farid, a lo que extrañado dijo nunca haber conocido a nadie que viviese en esa casa,  que el tenia entendido que estaba abandonada.

Así fueron transcurriendo los días, uno tras otro, mi vida se iba plasmando en una extraña rutina
visitaba la casa de aquella señora con el fin de atender a su hija, y ella con cada visita iba mejorando,
con el tiempo me fui enamorando de ella, y ella de mi,pasaba horas perdido en aquella casa,
disfrutando de cada momento en que estaba en compañía de aquella dulce joven.

En una ocasión decidí que tal vez era tiempo de hacer una familia, y le propuse casarme con ella, le dije que no se preocupara que yo hablaría con su madre al día siguiente. Llegándose la hora de aquel día en que declararía mis intensiones, antes de que partiese a la casa, llegó la señora al consultorio me agradeció por haber ayudado a su hija, dijo que se sentía mas contenta, pero que ya no fuera, que ya no  era necesario.
Me extrañó la actitud de la señora, así que saliendo ella del consultorio, inmediatamente salí con dirección a la vieja casona para hablar con ella, cual fue mi sorpresa... al llegar y ver en ruinas esa casa... sentí como mi alma se partía en dos, mi corazón quedaba destrozado no entendía nada no sabia lo que pasaba.

Regresé al consultorio, triste, cabizbajo, des ilusionado, vi al doctor entrar le comente lo sucedido pero no dijo nada, cada palabra, cada frase que comente que le dije, parecía que no escuchaba.

Salió del consultorio, decidí seguirlo, caminaba con rumbo al cementerio, llevaba un pequeño arreglo de flores, me parecía extraño pues no había tenido noticias de que alguien hubiese fallecido,no me importó, lo seguí sin decir palabra alguna, al llegar al cementerio, se dirigió a una tumba en la cual se arrodilló y dejó las flores,  en el epitafio se podía leer "Darius descanceatras.


-jajajaja estas jugando verdad Darius- Dijo Dimitri ,se hizo el silencio,el viento sopló con mas intensidad, y
 en los huesos y las almas  de todos sintieron ese vació y sepulcral silencio, voltearon a un tiempo al lugar que ocupaba Darius,  pero ya no estaba ahí, mientras desconcertados se veían unos a otros, solo pudieron
escuchar en susurros... "ella murió, y junto con ella morí yo"......

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